"La plume est la langue de la pensée"
Miguel de Cervantes Saavedra

17/09/2010

L'enfer existe... c'est le Mexique!

El infierno: un film mexicain sur le Mexique contemporain, entre corruption, narcos, violences et misère... Film politique et polémique qui risque de faire grincer des dents l'actuel gouvernement mexicain et de l'autre côté du Rio Grande.
Troisième et dernière partie de la trilogie commencé par le réalisateur Luis Estrada avec La ley de Herodes (1999) et Un mundo maravilloso (2006).
En attendant d'en savoir plus, regardez (en español) la bande annonce et visitez le site. Et n'oubliez pas qu'en cette année du bicentenaire de l'Indépendance et du centenaire de la Révolution... ¡Nada que celebrar! Il n'y a rien à fêter!


14/09/2010

Me duele mi país


Me duele Francia. Mi país sufrió el nazismo y el régimen de Vichy, lo quemaron con bombas y políticas xenófobas. Pero en Francia, setenta años después de la colaboración con la “bestia inmunda”, como lo dijo Bertolt Brecht, su vientre es aún fértil…

Como las luces del siglo XVIII pusieron el esclavismo y la colonización bajo la sombra del mismo siglo, en Francia muy seguido se piensa el régimen de Vichy como una locura entre paréntesis en la historia de una vieja democracia. Pero tal idea es tan absurda como la de presentar a Francia como vencedor de la segunda guerra mundial. De manera muy extraña, son quienes defienden la continuidad de la nación francesa los que tratan de evacuar las responsabilidades del país en los años más terribles de la historia de Europa. Esta visión está compartida entre derecha e izquierda, como un tipo de consenso nacional. Los de derecha ven a Francia en la llamada de Londres y en una lucha en contra de la ocupación alemana. Los de izquierda ven a Francia en los maquis de la resistencia al nazismo. Obviamente la diferencia no era tan fuerte cuando se trataba de vencer al enemigo común. Después de la guerra, el general De Gaulle incorporó a comunistas en su gobierno. Desde luego y aunque siempre defendiendo los valores de las élites, la derecha francesa ha tenido una mirada social al dirigir el país y una cultura laica; era heredera de De Gaulle y del consenso nacido de la guerra. Esa derecha era mayoritaria hasta la llegada de Sarkozy en los papeles claves del partido de Chirac (el ex -presidente entre 1995 y 2007) y luego de la república. Con Sarkozy es toda una generación la que tomó el poder; una generación que no tiene las mismas referencias que las de Chirac y otros derechistas que hoy critican a las medidas del gobierno. Sarkozy es jefe de una pandilla que no tiene ninguna cultura, ni histórica, ni literaria, pero que frecuenta a las estrellas de la tele y del cine. Como lo dijeron unos columnistas después de su elección, Sarkozy tiene odio por la inteligencia. Tiene odio por Francia que cultiva su jardín en lugar de sus apariencias. Hoy el país de las luces no es nada más que un agujero negro, el fantasma de una estrella… un brillo que refleja su muerte en los ojos de los que la ven desde lejos. Las únicas luces que prende el gobierno actual son las llamas del odio, del racismo y de la xenofobia.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, es ejemplo perfecto de la hermandad de pensamiento que une fascismo y conservadurismo. Aunque muchos lo presentan como liberal, durante su asunción política el presidente de Francia demostró un conservadurismo maquillado de “bling-bling”. Este lujo exhibido como prueba del éxito social le hace pasar por el más moderno… o sea, el más estadounidense de los presidentes de la vieja democracia francesa. Si los primeros años de su reinado las condiciones económicas le permitieron mantener un equilibrio entre su lado “liberal” (es él que rechazó la doble pena que conocían los delincuentes extranjeros, es decir cárcel y luego expulsión) y su lado conservador (una defensa firme de las valores burgueses del Estado) ya aparecía su odió al socialismo o a lo que se puede llamar valores de izquierda: libertad, igualdad, solidaridad.
Desde antes de su llegada a la presidencia (fue secretario de seguridad pública y luego de hacienda) el discurso de Sarkozy ha tenido acentos de regímenes más autoritarios… Nunca dejó de repetir que Francia no había nacido con la revolución de 1789 y que las raíces del país nacen en la época de los reyes de derecho divino y católicos… todo con lo que el país revolucionario quiso acabar al cortar la cabeza de Luís XVI. Este odio a los valores revolucionarios se materializa en su denuncia del 68 o de las leyes sociales votadas después de la segunda guerra mundial. Como muchos derechistas, Sarkozy no soportó el cambio de valores que culminó en Francia en el año 1968. Pero él no tiene miedo a gritarlo. Como en otros países, en 68 los estudiantes franceses dieron un golpe fuerte en contra de un mundo anestesiado por el conservadurismo y refrigerado por la guerra entre los dos bloques de aquella época, el capitalismo privado y él de estado. ¡Cuántas veces dijo Sarkozy que la culpa la tienen los hijos del 68!… si los jóvenes son delincuentes es culpa de una educación demasiado permisiva. Si unos patrones no respetan más a los valores de caballerosidad es culpa del cambio de paradigma engendrado por el feminismo, el comunismo o el anarquismo de los movimientos sociales del 68.

Al llegar a la presidencia de la república francesa, Sarkozy empezó una obra destructiva de las estructuras sociales tejidas al salir de la segunda guerra mundial por el Conseil National de la Résistance (Consejo Nacional de la Resistencia), la parte izquierda de la resistencia a la ocupación alemana. Muchos de los derechos laborales y sociales que tienen los trabajadores en Francia vienen de estos resistentes al nazismo que vieron en la derrota del “Reich” de Hitler la oportunidad para imponer a la burguesía colaboracionista unas leyes socialistas. Los resistentes de derecha tenían respeto por los del CNR y odio por la burguesía que colaboró con los nazis… asi que no se opusieron a las propuestas comunistas. Pero hoy, el consenso nacido al salir de la guerra no vale más que promesas de campaña para un presidente que no se reconoce en la herencia de los “Gaullistas”.

Sarkozy fue elegido gracias a los que votan de costumbre por la ultra-derecha partidista (el Frente Nacional). Por el hecho de que Jean-Marie Le Pen (presidente del FN) alcanzó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2002 en Francia, Sarkozy construyó su victoria en 2007 con un discurso basado en los valores de la ultra-derecha. Una vez que logró la presidencia, dejó rápidamente sus promesas más xenofóbicas para exponer su lado dorado, el liberal, para construirse una imagen al nivel internacional. Pero con la crisis económica y su caída en las estadísticas de popularidad, el presidente volvió a un discurso más duro en contra de la delincuencia. Como lo hizo desde su llegada a la secretaría de seguridad pública, a veces Sarkozy ha aguijoneado la bestia que todavía duerme en el vientre del pueblo francés. Pero hasta este verano, sólo pocas veces sus invectivas fueron más allá de las de la derecha firme, para llegar hasta una nueva xenofobia institucionalizada. Aunque al final del año pasado, el gobierno dio a la parte más racista de los franceses la oportunidad de vomitar su odio a la diferencia, organizando un debate nacional para definir a la identidad francesa… identidad que ellos definen obviamente como blanca y católica. Aunque la policía republicana buscaba los indocumentados hasta en las escuelas de sus hijos. Aunque ministros y portavoces del partido mayoritario (UMP) multiplicaron las estigmatizaciones de los “franceses de raíces extranjeras”, usando prejuicios que bajan el nivel de la inteligencia. Aunque por primera vez un ministro fue condenado por insulto público de carácter racista (el señor Hortefeux), a pesar de todos estos “aunques” (y de otros muchos) Sarkozy y su pandilla no habían tratado de grabar su visión racista de la sociedad en las leyes.

Este verano, después de largos meses de una crisis económica que pesa tanto en los bolsillos de los franceses como en el nivel de popularidad del presidente, Eric Woerth, ministro del trabajo, fue involucrado en un escándalo de intimidad económica con la señora Bettencourt, no la de Colombia sino la dueña de L’Oréal, la mujer más rica de Francia. En un momento en que muchos franceses estaban para olvidar sus vacaciones por las malas condiciones económicas, descubrieron que la señora, que tiene como asesora jurídica a la esposa del mismo ministro, tiene una parte de su fortuna en Suiza, libre de todo impuesto. Según algunos periódicos la señora Bettencourt financió la campaña de Sarkozy… y algunas otras campañas políticas. Es que Sarkozy encabeza también una oligarquía económica que de costumbre prefiere quedarse en la sombra.
En las últimas elecciones regionales en Francia se notó la bajada del partido presidencial y el regreso del Frente Nacional. Muchos electores se decepcionaron del “Sarkozismo” porque no se reconocen en su postura aristocrática. Para recuperar las ovejas escapadas del campo supuestamente democrático hacia el terreno de la bestia, que encarna, solo, Jean-Marie Le Pen, Sarkozy tuvo que rehacer lo que había hecho con éxito durante la campaña presidencial: radicalizar su discurso. Para desarrollar su plan, Sarkozy tenía que dar otros huesos que roer a la bestia ¡huesos de chivos expiatorios obviamente! Y mediatizó entonces dos sucesos. Como muy seguido, noticias locales se volvieron comportamiento generalizado a una u otra comunidad. Empezó a asustar otra vez a los franceses con los musulmanes que “roban los subsidios familiares de los “verdaderos franceses”, y que tienen no se sabe cuántas mujeres” según las viejas leyendas. Luego siguieron los roms y los gitanos (aunque estas dos comunidades no tienen nada en común),”ladrones que roban pollos y niños que mendigan” como lo gritan los prejuicios más comunes en el pueblo. “¿Cómo esa gente que no tiene casa propia, que no trabaja, puede tener carros tan potentes? Y son peligrosos, fíjense. Después de la muerte de uno de ellos por parte de policías, una comunidad nómada saqueó un puesto de policía”, dice la voz del pueblo o más bien la voz de su amo por los canales de televisión. Si el saqueo se puede condenar como acto violento, la generalización de un problema local hacia un nivel nacional se llama discriminación. Aunque muchos gitanos son franceses, Sarkozy propuso restablecer un tipo de “visa” que los nómadas tendrán que presentar a las autoridades al llegar a una ciudad. Medida que el presidente sacó de los libros de historia, en las páginas más oscuras del régimen de Vichy y de las políticas segregacionistas, al nivel europeo, de los años 1910-1930. Los roms, sedentarios en su mayoría, son también ciudadanos de la Unión Europea. Falta poco para que beneficien la entrada de Rumania y Bulgaria en el espacio de Shengen, es decir que no habrá más fronteras desde Francia hasta estos países del centro de Europa. Francia no tendrá más derecho a expulsar ciudadanos europeos que tienen derecho a vivir y trabajar en cualquier país de la Unión. Toda la mediatización de las expulsiones hacia Rumania y de los desmantelamientos de campamentos ilegales en Francia procede de la única estrategia que tiene Sarkozy… fanfarronería.

Con una estrategia similar, Sarkozy mantiene viva la marginalización de los musulmanes de Francia. Usando la revuelta de unos jóvenes pobres de Grenoble, y el pueblo sabe que “jóvenes pobres” es sinónimo de “delincuentes musulmanes”, Sarkozy está mezclando todos los miedos hacia una cultura desconocida: la de la supuesta violencia de estos jóvenes de raíces africanas hasta el caso particular de un hombre, musulmán, polígamo y violento, o de las burkas de unos cientos de mujeres en Francia. El portavoz del UMP, el partido mayoritario, expresó lo que hasta la fecha solo decía la voz de la ultraderecha: existe una relación de causa y efecto entre delincuencia e inmigrantes. Inmigrantes que no pueden integrar los valores de una Francia fantaseada católica. Pero aun más allá a la derecha, el presidente Sarkozy durante un discurso en Grenoble al final del mes de julio, anunció medidas en contra de los delincuentes “de raíces extranjeras”. Se trata de quitarles la nacionalidad francesa. Aun más discriminatorio, a los jóvenes nacidos en Francia de padres extranjeros que esperan su mayoría para tener la nacionalidad francesa, les piden que prueben que no son delincuentes. Con estas medidas se trata de grabar en las leyes la desigualdad entre francés por raíces y francés de otros orígenes… es decir dejar la igualdad entre ciudadanos. Para completar su dispositivo mediático se publicó en el periódico Le Figaro, que pertenece a un miembro del partido de Sarkozy, una encuesta que da el visto bueno a las medidas del presidente. Aunque unos días después otra investigación publicada en otro periódico dio a conocer resultados opuestos. Como siempre en política, lo que importa son las primeras palabras, aunque sean mentiras, porque las que siguen, pueden ser verdad, siempre llegarán tarde. Pero Sarkozy olvida que los que votan para la ultra-derecha si odian a los extranjeros tienen tanto odio para los vínculos entre poder político y económico. A ver si la xenofobia logra hacer olvidar los escándalos financieros que ensucian aún más el vestido de “Marianne”, icono de la república francesa.

El Times de Nueva York ha apuntado la paradoja de una política discriminatoria iniciada por un presidente que tiene una esposa italiana de nacimiento y un papá de Hungría. Además, y quizá más gracioso, como lo reveló el periódico francés “Le Monde”, el apellido “Sarkozy” es muy común en Bulgaria y Rumania… ¡en las comunidades rom! Jajaja… El discurso de Sarkozy huele tan feo como el aliento inmundo de la bestia que hasta la ONU, la UE y el Vaticano se conmovieron y regañaron a Francia. Pero el gobierno francés no entiende y se molesta pretextando ser el país de los derechos humanos y de la trilogía republicana: Libertad, igualdad, fraternidad.

Confunde eslóganes y valores, forma y fondo. La pandilla de Sarkozy no tiene más que las apariencias, pero cuando se apagan las luces, en la sombra despierta la bestia y al dividir para reinar nada asegura que Sarkozy seguirá como amo de la bestia y que no se volverá su esclavo. No queda más que esperar que en el neo-obscurantismo que se vive hoy en Francia se prenden luces; las que alejan a la ignorancia, las que sacan al desconocido de la sombra de los reflectores del show-business.

Stéphane Ripoche



Article publié sur le blog politique d'Aguascalientes EL invitad@ incomod@ le vendredi 10 septembre 2010

07/09/2010

Le président des riches...

Parce que si Sarko est bel et bien le président qui lutte contre les pauvres (et non contre la pauvreté), il est aussi le président des riches, le représentant d'une oligarchie du pognon...
A écouter et réécouter, les deux sociologues spécialistes des riches, chez Mermet, Là-bas si j'y suis:
Le président des riches.



04/09/2010

L'iditenté contre l'identité

Contre ce nouvel obscurantisme qui éteint les lumières en France,
contre l'identité nationale et pour une "iditenté" universelle...
Noir Désir et les Têtes Raides!


Bouffons du riche... pas de la merde!

Aujourd'hui en France, 130 manifestations étaient organisées pour protester contre la xénophobie d'État instaurée pas à pas par le gouvernement aux ordres du nabot nauséabond...
Ci-dessous le tract concocté par le Scalp Paris...





Hoy, en Francia, hubo más de 130 marchas en contra de la xenofobia del estado francés y del gobierno de Nicolas Sarkozy. Aquí se ve el volante del grupo antifascista Scalp de Paris.